Participar en la película de Emilio Martínez Lázaro, sin duda una de las mejores experiencias que tuve en Madrid...recuerdo el mega autobús de dos plantas donde nos maquillaban y nos vestían. Qué frío en los ensayos, por Dios.
Un resultado final espectacular gracias a la coreografía de Pedro Berdäyes y el buen rollo que tuvimos todos durante el rodaje...qué bien se vive entre "Acción y Acción".